Friday, December 24, 2004

El Día Después de Mañana

Película de sastre inexperto
EL FIASCO DESPUES DE MAÑANA

Con impactantes efectos especiales nuevamente Hollywood intenta llenar sus arcas, logrando cifras nada despreciables y críticas nada apreciables.

Roland Emerich
, director de "El día después de mañana" puede estar contento, ya que su producción meses atrás acumuló varios millones de taquilla y recientemente algunos más con el lanzamiento del DVD. Los cuantiosos dólares en recaudación no son novedad para el cineasta, ya antes obtuvo excelentes resultados con la patética "El día de la Independencia" y cifras interesantes con la no menos deficiente "Godzilla".


Por lo visto, al realizador le va muy bien con los números, pareciendo ser siempre ese el objetivo central de sus trabajosl. En el film se relata cómo la contaminación termina produciendo un enorme cambio climático que desencadena una era de hielo repentina y mortal. Ante el desconcierto del caos inminente el climatólogo Jack Hall, con el fin de salvar vidas, intenta por todos los medios prevenir al mundo de la catástrofe. A lo que un escéptico vicepresidente de los Estados Unidos no presta la mayor atención. Por supuesto el científico no podrá olvidar a su familia y es por eso que cuando ya no puede hacer nada por el mundo, emprenderá arriesgadamente la búsqueda de su hijo Sam, que se encuentra atrapado en la invernal ciudad de Nueva York.

Con excelentes efectos especiales "El día después de mañana" nos traslada a un espectáculo en donde el principal objetivo es la sobre vivencia de los protagonistas. Justamente en ese punto la película naufraga, ya que las historias de los personajes no llegan a calar hondo en el espectador, puesto que a lo largo del film, estos no logran trasmitir una correcta verosimilitud de lo que les sucede. Nótese que la ruta que Jack emprende en busca de su hijo Sam, no tiene mayor credibilidad. La larga exposición al intenso frío, con seguridad, lo habría congelado. Por tanto el héroe es de papel.

Pero, éste no es el único vacío de la cinta. La relación entre Sam y Laura, a quién salva heroicamente de la ola gigante que inunda la gran manzana, no posee nervio alguno. Parecen dos desconocidos que forzosamente se tienen que unir.
No negamos que el realizador es un gran maestro de los efectos visuales, sin embargo carece de talento para dirigir actores y poder narrar una historia interesante. Por eso el film se hunde en olas gigantes y no obstante de tener algunos intensos momentos de suspenso, el espectador se lleva el recuerdo de haber visto todos los desastres habidos y por haber, sin memoria alguna de quienes pasaron por esas inclemencias del clima.


Sin duda hemos visto mejores historias con iguales efectos digitados en computadora. Qué duda cabe, desastre cinematográfico a la vista. Cuidado.

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